FeTERA
Gremiales

Se Agrava el Conflicto en Zarate: La CEZ Hace Trampa y No Acepta las Condiciones de Diálogo

 

Por: Gabriel Martínez*

 

 

La CEZ Sigue ganando tiempo.

La Cooperativa de Electricidad de Zarate, CEZ, tiene un Consejo de Administración tramposo, que está convencido que tiene el derecho de decidir que sindicato representa a los trabajadores y cuando estos deciden elegir según su criterio, como en el caso de Carlos Funes y Christian Altamirano, los deja sin trabajo, inventando causas que no pueden demostrar, pero les sirven para ocultar el verdadero motivo: evitar que un sindicato honesto, como el Sindicato Luz y Fuerza Zárate, que no participa de negociados y además adhiere a la defensa de la libertad y la democrácia sindical, represente a los trabajadores en forma mayoritaria y se convierta en una amenaza a las prácticas políticas de un grupo de dirigentes que de cooperativistas no tienen nada.

El pasado 9 de agosto, los trabajadores cumplieron 115 días de paro. Ese día la CEZ, acordó la apertura de una instancia de diálogo por sesenta días corridos, que incluía suspender preventivamente los efectos de los despidos por el plazo de la instancia de diálogo, formular una propuesta respecto de la solicitud formulada por la entidad gremial sobre el pago de los haberes caídos desde la declaración del conflicto y a garantizar junto al Sindicato Luz y Fuerza Zárate, el fiel cumplimiento de las normas laborales y a la paz social en el marco de las relaciones laborales.

Todo esto era mentira.

El Síndico de la Coopertativa, que se llama Hugo Funes hace dos semanas que explica que no ha podido comprender el significado del acuerdo, un texto de apenas tres párrafos.

Como no entendió su significado, no pudo transmitirlo a la asamblea y entonces el mandato recibido, luego de diez días de espera para su convocatoria y deliberación, era erroneo.

Lo grandioso de  esta monumental incapacidad intelectual, es que tampoco pudieron explicar el significado de los tres pàrrafos, el Presidente del Consejo de Administración, José Luis Mangini, ni el abogado de la Cooperativa,  Claudio Funes. Al coro de incapaces para comprender textos se sumaron en la última reunión los Consejeros  Fernando Guidi y Carmen Depierre; los Delegados Hector Oviedo y José Luis Zamboni y la Apoderada Micaela Leiva.

Siguen pidiendo tiempo.

Cada reunión en el Ministerio de Trabajo, comienza con la intervención de Hugo Funes que dice que los compañeros del Sindicato no demuestran buena voluntad, porque no van a la cooperativa a discutir sobre los salarios caídos y acto seguido acusa a Iparraguirre, el Secretario Adjunto de Luz y Fuerza Zárate, de no colaborar, porque declara en los diarios la falta de lealtad en la discusión que demuestran los representantes de la CEZ.

Toda esa payasada sirve de preambulo para pedir quince días mas, en la ya mas que dilatada discusuón sin resultados que la CEZ ensaya para demorar hasta el infinito el reingreso de los trabajadores Funes y Altamirano, despedidos por elegir el sindicato que los debía representar.

Las Víctimas y los victimarios.

En la reunión del día de ayer, los cuarenta trabajadores en huelga estaban en la puerta del Ministerio de Trabajo, haciendo acto de presencia. Los cesantes y Ricardo Rossi, el primer trabajador destrozado a golpes por los matones de la CEZ, formaban parte de la representación negociadora del Sindicato Luz y Fuerza Zárate.

La CEZ se presentó con una representación encabezada por la esposa del Presidente, que oficiaba como Apoderada y el ya patético Funes, el Síndico, que luego de repetir su número acostumbrado se dedicó a patotear a todos los presentes, interrumpiendo el diálogo y desarrollando apreciaciones propias de su incapacidad confesa para comprender un texto de más de dos párrafos.

El Ministerio da vergüenza ajena.

Pero si cada uno de los participantes de esta reunión trata de cumplir sus objetivos fijados, con mayor o menos éxito, el papel que viene jugando el Ministerio de Trabajo, da verguenza ajena.

Los trabajadores inquirieron varias veces sobre el papel que juega el Estado en este conflicto. 

Se les pidió aunque sea una línea que rebelara su incomodidad por la forma en la CEZ toma el pelo, dilata, desvía atenciones e insulta la inteligencia de los trabajadores y los funcionarios.

No fue posible, parece que están dispuestos a tolerar la burla con tenacidad espartana. Otra posibilidad es que busquen la oportunidad de mandarnos a otro ámbito de discusión fuera de ese Ministerio, antes que imponer una conciliación obligatoria y retrotraer todos los hechos al inicio del conflicto.

Ni la violación a los artículos 14,14 bis y 75 de la Constitución Nacional, ni la violación a la ley 23551, ni la violación a los Convenios Intenacionales sobre Asociación Sindical, ni la Violación a la Declaración Universal de los Herechos Humanos, movieron a una mueca de fastidio de los representantes de  las instituciones del Estado Liberal y Democrático.

Todo un escenario para el estudio sobre la viabilidad de las instituciones liberales en el marco de la lucha de clases.

Lo que se viene

El futuro de este conflicto ya está anunciado. No será en el espacio de la negociación propuesta por el Estado y bastardeada por el Empleador que se defina la cuestión de la falta de libertad sindical, patotas, violencia física y otras yerbas, que genera la CEZ.

La disputa y la definición serán en la calle.

Esto ya se anticipó a los funcionarios del gobierno provincial. Como también se les anticipó la responsabilidad que les cabe por no haber intentado frenar la violencia que genera un empleador que se cree impune.

En Zárate ya se superaron los 120 días de paro y ninguno de los trabajadores da muestra de agotamiento.

* Gabriel Martínez es Secretario de Organización de FeTERA