Por José Rigane
Una de las ideas y conceptos ausentes en el debate político de las PASO fue la libertad sindical y su contraparte; la constante discriminación sindical que sufren diferentes organizaciones a lo largo y lo ancho del país. Por cierto, nos referimos a un problemática real del mundo del trabajo, que se manifiesta de diferentes maneras pero perjudica al conjunto de la clase trabajadora. Esta cuestión, junto al triste 1/3 de trabajadores que tras 10 años interrumpidos de crecimiento economico aún se encuentran en negro, deben ser unos de los principales temas a atender en el debate político actual.
Es cierto que la izquierda partidaria lo ha enunciado en sus plataformas e incluso como una cuestión que debe tener propuestas de solución dentro del congreso. Sin embargo, parece que aún no se ha dimensionado la profundidad y presencia del problema.
Hoy el principal avance en este tema ha venido desde la Corte Suprema de la Nación al declarar inconstitucional el Artículo 31 Inciso “A” de la Ley de Asociaciones Sindicales (Ley 23.551) que establece que sólo la asociación que tiene Personería Gremial tiene todos los derechos para discutir Convenios, para representar colectivamente, para tener fueros sindicales, representación, Delegados, Dirigentes, etc. y recaudar la cuota sindical sin inconvenientes. El resto, las Organizaciones Simplemente Inscriptas, que nacen al calor de demandas insatisfechas, no tienen ninguno de estos derechos.
La Constitución Nacional lo plantea claramente en su Artículo 14 Bis al garantizar para los trabajadores la “organización sindical libre y democrática, reconocida por la simple inscripción en un registro especial”.
En nuestro país existen más de 2.200 asociaciones simplemente inscriptas que no tienen Personería Gremial y que en tal sistema enfrentan dificultades diarias en la tarea de representar colectivamente al conjunto de los trabajadores. Si a esto le agregamos que según las últimas estadísticas realizadas por el Ministerio de Trabajo de la Nación solamente el 13 % del total de las empresas del país tiene electos delegados en los lugares de trabajo la situación es preocupante.
Esta decisión “administrativa”, que no es más que una decisión política, habilita la discriminación sindical. La discriminación sindical es una política de Estado que beneficia a patrones y perjudica a trabajadores. La discriminación sindical es una estrategia patronal montada sobre la plataforma que sostiene el Estado al no consagrar la libertad sindical.
Un ejemplo de esto lo tuvimos la semana pasada cuando compañeros del gremio de AGTPAC que nuclea empleados y playeros de las estaciones de servicio de Córdoba deben luchar contra la persecución política y despidos sin causa debido a que estos osan a cuestionar los acuerdos del sindicato oficial con la patronal. La discriminación sindical es lo que genera persecución política y violación de inmunidad gremial ante despidos. (https://fetera.org.ar/index.php/8-gremiales/387-agtpac-despidos-en-rio-cuarto) No puede ser que en nuestro país se permita aún la figura del despido «sin causa», que expresa la impunidad empresarial vigente en el paìs.
La discriminación sindical impide que otros gremios crezcan, generalmente agrupaciones nuevas. Es el tapón que impide otro tipo de sindicalismo, que debe seguir naciendo, como lo impulsa todos los días la CTA, la FeTERA y cientos de organizaciones sindicales que aún pelean día a día contra este modus operandi del capitalismo actual, coordinación exitosa de patronales, ministerios de trabajo y sindicatos mamadores del unicato.
La discriminación sindical fue lo que denunciaron los trabajadores de la empresa Nucleoeléctrica Argentina (NASA) en la exitosa jornada de 72 horas de protesta (https://fetera.org.ar/index.php/8-gremiales/384-lucha-contra-la-discriminacion-sindical). Lo que reclaman los trabajadores de la energía de NASA, nucleados en ATE, es poder participar como gremio en la mesa de negociaciones paritarias. También denunciaron la discriminación que produce la empresa al dejar por fuera de la negociación a ATE, donde los trabajadores quedan excluidos de distintos beneficios laborales, como el 82% móvil.
La discriminación sindical es lo q sufre la FeTERA-CTA en todo el país. La asignación desigual de beneficios sociales, como el caso de la injusta negación a que los trabajadores de la energía accedan a los beneficios que surgen de las resoluciones Nº 824/09, 170/10, 1335/11 y brindaría una importante mejora en los haberes jubilatorios de los trabajadores vinculados a la FeTERA. Hace 3 años que la FeTERA reclama, sin respuesta alguna del Ministerio de Trabajo, el ingreso al sistema de movilidad jubilatoria de cientos de trabajadores del sector eléctrico. (https://fetera.org.ar/index.php/8-gremiales/356-no-solo-el-patron-presiona-todos-los-dias-para-elegirle-el-sindicato-al-trabajador-el-estado-hace-lo-mismo-al-discriminar-y-negar-derechos-que-debieran-ser-igualitarios) Esta negativa se suma a los 13 años de lucha que lleva adelante la Federación por el reconocimiento de su personería gremial.
Estos son solo algunos ejemplos. Todos los días compañeros de todo el país sufren lo mismo. La discriminación sindical es burocracia, necesitamos participación consciente para denunciarla y combatirla.
Domingo 11 de agosto de 2013
(*) José Rigane. Secretario Adjunto de la CTA Nacional / Secretario General del Sindicato de Luz y Fuerza de Mar del Plata / Secretario General de la FeTERA (Federación de Trabajadores de la Energía de la República Argentina)
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