FeTERA
Congreso 2023 Documentos

Planta Industrial de Agua Pesada

Documento de la APCNEAN ( Asociación de Profesionales de la Comisión Nacional de Energía Atómica y la Actividad Nuclear) para el XXV Congreso Nacional Extraordinario de la FETERA.

La Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP), inaugurada el 15 de marzo de 1993, es una instalación estratégica para el sector energético nacional que provee un insumo fundamental para la operación de las tres centrales nucleares argentinas.

En el año 2017 la PIAP entró en parada de planta programada en condiciones normales, con la premisa de rearranque ese mismo año. Sin embargo, con la intencionalidad de frustrar la autonomía alcanzada en la línea tecnológica de uranio natural y agua pesada, la subsecretaría de energía nuclear, acompañada por funcionarios que aún hoy persisten, tomó la decisión de no volver a arrancar la planta y despidió a gran parte del personal altamente calificado.

A partir del cambio de gobierno en 2019, se mostraron intenciones de reactivar la planta, sin embargo ya pasaron 3 años y aún continúa sin producir agua pesada. El presupuesto 2023 contempla una partida para el proyecto de acondicionamiento de una de las dos líneas que posee la PIAP, buscando producir 80 toneladas de agua pesada por año.

El 12 de mayo pasado se celebró la firma del contrato entre CNEA y ENSI para la Conservación y Acondicionamiento para la Puesta en Marcha de la PIAP. Este contrato brinda un horizonte para que la planta vuelva a producir agua pesada.

En el contexto global actual la provisión de agua pesada no está garantizada, por lo que resulta imprescindible recuperar la capacidad de producción local.

Anualmente la Argentina requiere del orden de 15 toneladas de agua pesada grado reactor de reposición por año para la operación de sus 3 centrales nucleares. Es decir que hasta el final de la vida en servicio de las centrales se requieren del orden de 400 toneladas de agua pesada.

Además, el Proyecto Nacional CANDU, una central nuclear con tecnología de uranio natural y agua pesada, necesitaría para su operación del orden de 500 toneladas para iniciar su operación.

Contemplando únicamente estas demandas, con una producción anual de 80 toneladas por año, a máxima capacidad de una línea, se contaría con un plan de producción para al menos 1 1 años. Esto sin considerar la posibilidad de exportar agua pesada en un contexto de ampliación del parque nuclear global (principalmente India y China) y el uso de agua pesada en otras aplicaciones como medicina y electrónica de consumo.

Es preciso que CNEA y ENSI avancen con determinación y celeridad en las tareas de acondicionamiento para la puesta en marcha de la PIAP. La producción nacional de agua pesada grado reactor para abastecer nuestras centrales nucleares es una necesidad imperiosa y un acto de reaseguro de nuestra seguridad energética.

La APCNEAN, como siempre lo ha hecho, está comprometida fuertemente en retomar la producción de agua pesada para nuestras centrales actuales y para la futura central CANDU del Proyecto Nacional.