El 24 de marzo se cumplen 47 años del golpe genocida para instalar a sangre y fuego un modelo económico que había comenzado en 1975 con el llamado Rodrigazo y representó un brutal ajuste sobre los salarios de la clase obrera y al accionar criminal contra los luchadores sociales de las tres AAA le sucedió la dictadura.
Desde ahí, endeudamiento con el FMI, hiperinflación, dolarización y pesificación mediante, los salarios fueron pulverizados y transferida esa riqueza desde el bolsillo de los y las trabajadores a los grandes grupos económicos concentrados y extranjerizados.
Desde 2001, devaluaciones, pago de deuda externa privada y nuevamente endeudados fraudulentamente por el macrismo con bicicleta financiera y fuga de capitales incluidos, agravan la situación de los más humildes.
El modelo neoliberal después de 47 años, de entrega del patrimonio nacional construido por generaciones, el desguace del Estado y la privatización de las empresas públicas, da muestras de las consecuencias desastrosas para el conjunto de la sociedad.
La mitad de la población es pobre, la mitad de las y los trabajadores están desocupados, no consiguen trabajo, están precarizados, flexibilizados o en negro, sometidos a una explotación brutal, con salarios de indigencia y el 66 por ciento de las y los niños son pobres, es decir más de nueve millones de niñas y niños tienen dificultades para alimentarse, educarse, atender su salud, y tienen, en esas condiciones absolutamente comprometido un futuro digno.
La ofensiva del capital sobre el trabajo se mantiene desde entonces y la derecha pretende y podría volver a gobernar subida a un discurso violento y negacionista de las atrocidades de la dictadura que perfora amplias capas de nuestra juventud. Por eso crece Milei en intención de votos y tiene amplia cobertura en los medios hegemónicos de comunicación.
Es parte de un plan contra el NUNCA MAS, contra MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA para desarmar la conciencia colectiva construida año tras año con movilizaciones populares masivas que pusieron freno a los intentos golpistas en los ochenta, a la Obediencia Debida, al Punto Final y al Dos por Uno para sacar de la cárcel a los genocidas.
Este 24 de marzo requiere de unidad, unidad y más unidad para desarticular los discursos negacionistas, violentos y antidemocráticos. Las movilizaciones masivas generan debates y transferencia de conocimientos y experiencias históricas que fortalecen el sentido común contra las dictaduras y la defensa de la democracia que, aunque imperfecta e injusta, nos otorga oportunidades para luchar en libertad por los cambios sociales necesarios.
FeTERA va a participar en todo el país de las convocatorias por NUNCA MÁS, por MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA y por CARCEL EFECTIVA A LOS GENOCIDAS.
Julio Acosta
Sec. Gral. FeTERA