Documento del Congreso Nacional FeTERA – 18 y 19 de noviembre 2021 – Mar del Plata
Al momento de la constitución de la FeTERA pronunciábamos en la Declaración de Principios que: “El imperio del régimen capitalista, basado en la propiedad sobre los medios de producción y de cambio en lo económico, una superestructura regida por la instauración extrema de un modelo neoliberal-conservador, ha sumido a la clase obrera en una profunda explotación, transformándola en objeto de miseria, desocupación, injusticia, ignorancia y descalificación profesional”
A 26 años de su constitución confirmamos que vivimos un tiempo de ofensiva capitalista contra el trabajo, la naturaleza y la sociedad. En el centro de la estrategia capitalista está la dominación de las fuentes de energía, especialmente cuando resulta visible para el conjunto social la cuestión del cambio climático, producto directo del modo de producción capitalista. El mundo vive una crisis integral, alimentaria, energética, ambiental, económica, financiera, civilizatoria, que convoca a luchar en contra y más allá del orden capitalista, en favor de los derechos integrales de la humanidad, entre ellos, el derecho a la energía. La pandemia ocasionada por el COVID-19 profundiza todo esto y que se agrava porque hoy existe una nueva categoría de excluidos: los tecnológicos.
Tanto el acceso a la energía, como a la comunicación y los recursos tecnológicos condicionan la vida cotidiana hasta el punto en que la comunicación alcanza también la categoría de un derecho esencial vinculada al acceso a la información en tanto a DDHH nos referimos.
Los problemas se concentran en un doble sentido:
a) por un lado, en lo socioeconómico, en el crecimiento de la desigualdad, extendiendo el desempleo, el subempleo, la flexibilidad salarial y laboral, la caída de los salarios y toda forma de ingreso de trabajadores/as activos o pasivos, todos mecanismos de explotación de la fuerza de trabajo,
b) por otro, en lo socio ambiental, definido por el cambio climático, con base en la matriz energética sustentado en hidrocarburos y el monopolio de la propiedad privada de las transnacionales energéticas, las que mercantilizando a la energía no solo afecta el derecho de la población a la energía, sino que propicia el saqueo de los bienes comunes.
Desde la FeTERA nos proponemos intervenir en ambos aspectos, desde nuestra especificidad de acción en el ámbito nacional, regional y mundial, para contribuir en la elaboración de un PROGRAMA que necesitamos las/os trabajadoras/es y el movimiento popular en general. Pretendemos avanzar en transformaciones sociales imprescindibles para superar/derrotar al orden capitalista y construir una sociedad sin explotación.
Queremos contribuir en un rumbo civilizatorio sustentado en las reivindicaciones democráticas y de cambios estructurales que satisfagan los derechos de nuestros pueblos.
Somos conscientes que es una cuestión de PODER y por eso nos proponemos crecer orgánica e ideológicamente con masiva participación de nuestras/os afiliadas/os, en articulación con otras organizaciones y luchadoras/es, del país, la región y el mundo.
Estamos convencidos que otro mundo es posible y solo se logrará si nos organizamos y luchamos por ello.