Gabriela González es ingeniera de Dioxitek Córdoba y es la secretaria Gremial de la Asociación de Profesionales de la Comisión Nacional de Energía Atómica y la Actividad Nuclear (APCNEAN). Participó activamente en las negociaciones en el proceso de lucha por la recategorización en la planta de Dioxitek SA en esa provincia, que culminó con un importante triunfo de las organizaciones gremiales, APCNEAN y ATE, que llevaron adelante el reclamo de lxs trabajadorxs de la empresa. El acuerdo alcanzado contempla la actualización escalafonaria de la totalidad del personal de dicha empresa perteneciente al Sector Público Nacional, proceso postergado y denegado sistemáticamente desde el año 2017 y que dio origen al conflicto gremial surgido desde el seno de lxs trabajadorxs de la Planta Productora de Dióxido de Uranio en Córdoba.
En esta entrevista con Prensa FeTERA explica todo el intenso proceso por el cual los trabajadores y trabajadoras de la empresa del sector nuclear obtuvieron una victoria. Gabriela González participó de las negociaciones con la empresa y el Ministerio de Trabajo junto a Andrés Kreiner, que es el secretario General de APNEAN, Federico Kaufman, que es secretario de Organización, Mónica Cardozo, vocal del de la seccional de Buenos Aires y el abogado Dr. Carlos Szternstejn.
ENTREVISTA
¿Cuándo surge y cuáles son los puntos principales del reclamo?
El reclamo surge a principios del mes de abril cuando un grupo importante de trabajadores y trabajadoras envían una nota a la presidencia de Dioxitek solicitando su recategorización que se encuentra frenada desde 2017 y que por una u otra razón (cambios políticos y de autoridades, pandemia, etc) se viene postergando sistemáticamente. El reclamo es claro y concreto: la movilidad escalafonaria que no ocurre desde 2017. A raíz de esta nota que se presentó a la presidencia de Dioxitek con 50 firmas de trabajadores/as; dos gremios, APCNEAN y ATE, hacen suyo el reclamo y envían notas de aval apoyando el reclamo.
¿Cuál fue la respuesta?
La respuesta a ambos gremios fue que este pedido de recategorización es un proceso que se pensaba abordar en el marco de la negociación del convenio colectivo de la empresa, iniciativa que vienen prometiendo sin resultados desde la misma fundación de la empresa en 1997. Otra de las promesas incumplidas es la implementación de una carrera laboral. El reclamo de los trabajadores/as es perentorio y más aún con el antecedente que en el año 2020 en la CNEA hubo un re-escalafonamiento general del personal.
¿Cómo se desarrolló el conflicto y cuál fue su desenlace en la Planta Productora de Dióxido de Uranio en Córdoba?
Al encontrar insatisfactoria la respuesta se decidió la realización de un paro por 24 horas. La planta productora de dióxido de uranio trabaja habitualmente las 24 horas por 6 días de la semana, y se decidió realizar la medida de acción directa para el viernes 16 de abril. La misma fue mocionada y votada en asamblea general de trabajadorxs de la PPUO2. La noche anterior, el jueves 15, les llega a los gremios involucrados la notificación por parte del Ministerio de Trabajo que deben acatar el pedido de conciliación obligatoria solicitado por la empresa.
A raíz de esto, comenzaron las reuniones con la participación del Ministerio de Trabajo y otras solamente con la empresa y los otros gremios con representación pero que no habían declarado medidas de acción directa. Fueron alrededor de 10 reuniones. Tanto APCNEAN como ATE mantuvimos firme el reclamo acerca de que la recategorización era un proceso adeudado, que la movilidad escalafonaria es un derecho de los trabajadores porque tenemos derecho a crecer y transitar una carrera laboral y estábamos frenados, salvo algunos casos de otorgamiento arbitrario y discrecional por parte de la empresa. La mayoría de los trabajadores y las trabajadoras estábamos inmóviles desde 2017 y las únicas recomposiciones salariales que tuvimos fueron las correspondientes a las pautas anuales.
Desde APCNEAN solicitamos información y el listado del personal de la empresa con su categoría a 2017 y a 2021 y la antigüedad de cada una de las personas. Accedimos a esa información, sin nombres. Solo eran números del 1 al 173. Luego al analizar esa información, pudimos observar que de los 173 empleados que tiene Dioxitek había 37 que desde 2017 a la fecha habían recibido distintas categorías, incluso hasta 9 categorías en un caso. Después vimos que existe un grupo sin convenio, es decir, que no están categorizadas y -obviamente- no estaban dentro del reclamo. Y otro grupo de casi 100 personas que en estos últimos años no habían tenido ningún tipo de movilidad en el escalafón. Con esta información pudimos argumentar mejor nuestra posición de denuncia por inequidad e injusticia de un proceso de recategorización que había alcanzado a 37 personas y que había dejado afuera a casi 100 sin recategorizar.
¿Qué rol cumplió APCNEAN?
El rol de la APCNEAN fue fundamental en cuanto al análisis de la información que proporcionó la empresa y a la argumentación y discusión responsable, seria, objetiva y ética. Esta es una forma de abordaje que tenemos sobre los temas, desde lo técnico, por supuesto, y desde una visión basada en evidencias y en el análisis de los datos.
Finalmente, el día antes de finalizar el período de 15 días hábiles de conciliación obligatoria firmamos un acuerdo con la empresa Dioxitek SA en donde se le otorgó la recategorización a todos los trabajadores y las trabajadoras con un criterio que llamamos la “Curva B”, que toma en cuenta categoría versus antigüedad. Todos los empleados/as categorizados de la empresa van a estar recategorizados con este criterio de la “Curva B” a partir del 1° de junio de este año, lo cual va a impactar en el aguinaldo. Para los que no estén alcanzados por esta curva, porque son muy nuevos o no tienen la antigüedad para ingresar en el criterio de la “Curva B”, van a recibir 1 categoría también. Por eso el 100% de lxs trabajadorxs recibirá una movilidad escalafonaria de 1 categoría como mínimo. Esto es lo que se firmó. Además también se firmó, y quedó refrendado en Acta, el compromiso por parte de la empresa de comenzar a discutir de manera ininterrumpida la carrera laboral, tan postergada y esperada por todo el personal. No queremos que la recategorización vuelva a ser un problema en el futuro y queremos que todas las personas que ingresen en Dioxitek sepan los criterios y reglas para crecer y que estos se apliquen de forma justa y transparente.
¿Qué les dejó todo este proceso de lucha?
El aprendizaje que nos deja este proceso es que cuando el reclamo es justo y legítimo, surge de las bases y tienen un argumento válido se logran las cosas. Se puede tener éxito en las negociaciones y llegar a un resultado que favorezca a los trabajadores y las trabajadoras en su conjunto.
Prensa FeTERA