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Gremiales Nuclear

Revuelo por una empresa estatal que busca controlar los posteos de su personal

Nucleoeléctrica, que administra tres centrales nucleares, difundió un manual de procedimientos para el uso de redes sociales de sus trabajadores.

Una resolución de la empresa estatal Nucleoeléctrica Sociedad Anónima (NASA) que les pone límites a las interacciones en redes sociales de su personal disparó una denuncia de uno de los gremios de la actividad por entender que se trata de “un ataque a las libertades individuales y constitucionales”. La norma, que en caso de incumplimientos prevé sanciones que podrán ir desde apercibimientos hasta el despido, fue tomada a fin de año por la firma que administra las centrales nucleares Atucha I y II y Embalse y trascendió esta semana a partir de la protesta del sindicato de Luz y Fuerza de Zárate, uno de los que tiene representación en el rubro.

“Quieren hacer un Gran Hermano laboral”, le dijo a este diario Néstor Iparraguirre, secretario general del sindicato, quien explicó que la resolución 344/2020 de NASA fue objetada por carta documento y que, en caso de ser sostenida por el directorio, “será recurrida ante la Organización Internacional del Trabajo”, añadió. La compañía estatal arrastra una mala relación de su actual directorio (que en buena medida permanece desde la gestión de Mauricio Macri) con el sindicato denunciante al menos desde 2017, cuando el secretario adjunto, Damián Straschenco, denunció haber sufrido el envenenamiento con agua pesada de una botella de su propiedad.

La norma establece un manual de procedimiento y un “Código de Conducta” para el abordaje de los trabajadores de NASA respecto de sus redes sociales, los medios de comunicación digitales y también los tradicionales, basado en “el buen juicio” y en “pautas éticas”. Según Iparraguirre, esos postulados parten de “un criterio demasiado amplio” que termina por ser “intimidante y generar violencia laboral” contra los empleados.

Ese manual advierte sobre el contenido de las redes sociales propias del personal y en particular si una publicación incluye “información de la empresa” al tiempo que le impone a cada trabajador otras pautas como “utilizar un lenguaje cuidado, mantener una actitud de respeto sobre temas delicados o sensibles socialmente, no participar en pleitos, no realizar comentarios racistas, insultos personales, ni tener conductas que no serían aceptables en su lugar de trabajo”. Además de prohibir la difusión de “información confidencial” la norma avanza e impide también “publicar fotos, videos, y/o audios tomados en las instalaciones de Nucleoeléctrica” o “usar logotipos ni marcas registradas” por la compañía sin la aprobación gerencial.

Si bien en Nucleoeléctrica le dijeron a este diario que la resolución tenía alcances lógicos para cualquier empresa pública de una actividad sensible como en este caso la atómica, en Jefatura de Gabinete desautorizaron el tenor de la norma al señalar que “los manuales de buenas prácticas para el uso de redes son para la comunicación institucional, nunca para las cuestiones personales” de la plantilla de empleados.

Por Mariano Martín
Ambito Financiero