Hoy hubo un corte de luz de Edesur en 18 barrios de CABA que dejó -al momento del corte- a 600.000 usuarios/as (2.400.000 personas, aprox.) sin luz. Luego fueron 380.000 usuarios/as que estuvieron durante más de dos horas sin electricidad. Todavía quedan personas sin suministro, según información del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE).
El problema, según se conoce hasta el momento, es que se prendió fuego una línea de 220 kV en una subestación del sur de la ciudad. Insólitamente, al momento del corte sólo había un operario de la empresa privatizada Edesur en la subestación. La explicación de la compañía es que “maneja” la subestación mediante telecomando. Pero el telecomando “falló” y Edesur tuvo que enviar de manera urgente a más personal al lugar.
Desde FeTERA – CTA Autónoma venimos denunciando incansablemente que este modelo de energía privatizada y extranjerizada tiene como resultado un sistema eléctrico sin inversión, ni control. Es un modelo que beneficia a empresas con los tarifazos que paga el pueblo y los/las trabajadores/as.
Es un modelo que deja a los usuarios/as de la energía, que es un derecho humano más, a la suerte de empresas como Edesur, que sin inversión pretenden obtener la mayor cantidad de ganancias para llevarla a su casa matriz, en este caso a la compañía italiana Enel.
¿Hasta cuándo vamos a permitir que operen en la Argentina empresas como Edesur, que no invierten, ofrecen un pésimo servicio y se ven beneficiadas por los tarifazos? ¿cuánto tiempo más podemos aguantar este modelo de privatizaciones y precarización laboral?
El modelo energético de privatizaciones lleva a que una empresa que tiene la concesión de la distribución eléctrica para miles y miles de personas deje a sólo un operario a cargo de una subestación de la que dependen casi 2.500.000 millones de personas. Este modelo neoliberal de la energía, que se implementa mediante empresas privatizadas e lo largo y ancho de todo el país, también es el modelo laboral de precarización hacia los/las trabajadores/as de la energía. Las privatizaciones de las empresas, la desinversión de las compañías y la precarización laboral es un cóctel neoliberal que el pueblo argentino no debe tolerar más, gobierne quien gobierne.
Luego de 30 años, el resultado de las privatizaciones está más que claro. Edesur y Edenor, como parte de la fiesta neoliberal que sólo provocó un pésimo servicio a los ciudadanos/as de CABA, tienen que volver al estado, junto a otras empresas energéticas del país.