Con ánimo de debatir y buscar alternativas desde el campo popular, se presentó el libro “Soberanía energética. Propuestas y debates desde el campo popular” (Ediciones del Jinete Insomne, 2018).
La presentación fue en la sede del Sindicato de Luz y Fuerza Mar del Plata y tuvo la presencia de dos de los autores de los artículos que componen el libro: Silvana Buján (periodista científico ambiental y Directora de la ONG Bios) y Gabriel Martínez (Secretario de Organización de la FeTERA). La charla estuvo moderada por el secretario Adjunto de la CTA Autónoma, José Rigane, quien además es secretario general del sindicato marplatense.
En el evento, Gabriel Martínez presentó los principales aspectos de su artículo “Protagonismo popular: una historia soberana derrotada por el despojo”, sobre los recursos energéticos argentinos y su entrega a lo largo del tiempo a los capitales extranjeros.
La radio FM De La Calle, una emisora de la ciudad de Bahía Blanca, lo entrevistó por el lanzamiento del libro. El secretario de Organización de la FeTERA remarcó que “la obra es un trabajo de conjunto de diez autores con visiones relativamente diferentes sobre la política energética, pero que apuntan al deseo de poder discutir desde el campo popular”.
Además, indicó: “Nosotros partimos de la idea de que la energía es un derecho humano, es un bien común, un bien social. Creemos que es algo que no debe estar dentro del marco de las mercancías porque la energía forma parte de las necesidades básicas de la vida y su disponibilidad, sobre todo para el uso doméstico, marca el piso de dignidad de vida que se puede esperar en el siglo XXI”.
Gabriel Martínez subrayó que “las familias que no pueden acceder a la energía, ya se por su precio o porque no les llega el tendido eléctrico o de gas, claramente tiene un trato social que no los incluye dentro del siglo XXI y a aquellas familias que les cortan el as o la luz retroceden a condiciones de vida que no son propias del momento en que estamos viviendo”.
También dijo que “tenemos un modelo energético con servicios públicos, empresas, yacimientos, entre otras cosas, que están en manos privadas. Necesitamos debatir en profundidad la idea de una reapropiación de los recursos naturales y los servicios públicos para poder tener políticas sociales adecuadas”.
Haciendo un poco de historia, Martínez recordó que “el avance de los intereses privados sobre nuestros recursos y la pérdida de soberanía es una lucha que tenemos desde el principio de la relación de los hidrocarburos con el Estado argentino”.
Un ejemplo de la actual debilidad del Estado respecto a este modelo energético, según indicó Gabriel Martínez, tiene que ver con el poder de las petroleras. En este sentido, contó que “el estado no tiene inspectores ni controladores que vayan a los yacimientos y en boca de pozo determinen las mediciones. El Estado depende de lo que informen las empresas privadas a través de las declaraciones juradas que presentan. Esto es un hecho de debilidad absoluta. Esto es una locura porque nunca vamos a saber si es real o no lo que informa una empresa privada”.
Sobre los costos de la energía Martínez puso otro ejemplo: “Podríamos saber a través de YPF cuánto es el costo real de sacar un barril de petróleo en la Argentina. Pero YPF, que tiene el 51% de las acciones en manos del estado, se comporta como una empresa privada más y esconde esos valores, no los informa como corresponde”.
Y agregó: “Cuando YPF y Gas del Estado estaban en manos estatales, el costo final de las cosas, como los combustibles, el gas, las cañerías, el gas licuado de petróleo, etcétera, tenían que ver con los criterios políticos de los gobiernos de turno. Y generalmente no había problemas, ni a la gente no se les cortaba la luz, ni les retiraban los medidores. Si había algún faltante no era porque se exportaba o porque las empresas especulaban con los precios para vender en otro momentos”.
El libro es una compilación de 10 investigaciones relatados por personas que no solo investigan sino que son parte de las luchas por la energía, tanto en sindicatos y partidos como movimientos socio-ambientales. Así, busca responder al desafío del momento crítico que la energía nos plantea: caminar al mismo tiempo el sendero de la construcción de una propuesta alternativa, junto a la fuerza política que la sustente e implemente.
Prensa FeTERA