Por Leandro Gómez Tejada, Gensur – Observatorio Geopolitico de la Energía y Soberanía
Hace unos días se firmó un polémico blindaje para Vaca Muerta. La disposición consiste en impedir medidas de fuerza en los yacimientos. El gobierno, sindicatos y cámaras empresarias sellaron el pacto con la firma de un acta compromiso en Casa de Gobierno de Neuquén.
De esta, como se había producido en situaciones anteriores, con las modificaciones de adendas en los contratos laborales en torno a estos yacimientos, los derechos laborales de los trabajadores petroleros quedan en entredicho.
Por otra parte, la firma del acuerdo fue curiosamente acompañado por una movilización de los petroleros privados, acompañando a su secretario general, Guillermo Pereyra. Este último, junto con Manuel Arevalo de Petroleros Jerárquicos y Víctor Carcar de la Uocra, participaron de la firma del convenio.
El llamado “marco de entendimiento sectorial” que sellaron hace unos días, más precisamente el 9 de este mes, ratifica aspectos de la adenda del Convenio Colectivo de Trabajo firmada en enero de 2017. Una adenda que hace que con el pretexto de la innovación tecnológica los trabajadores pierdan derechos, tengan que trabajar en condiciones diferentes, peores y de mayor exigencia.
El acuerdo compromete a los sindicatos a no realizar medidas de fuerza a nivel nacional o provincial que afecte a la actividad de Vaca Muerta.
Otros de los actores que estuvieron como protagonistas del “blindaje” fue la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPG) y a la empresa Halliburton.
En contra parte, representantes de Camioneros no firmaron el acuerdo. El secretario general Carlos Roja expreso al Diario Rio Negro, que el sindicato “no va a ceder ni un paso en los derechos de los trabajadores” y que, de existir una convocatoria a medidas de fuerza, la acataran.
De esta manera, años de conquista y defensa de los derechos de los trabajadores se ven supeditados y entregados a las ganancias de las grandes corporaciones que juegan en el tablero de la explotación de Vaca Muerta. Una vez más, con la complicidad del gobierno y un sector de los que deberían defender esos derechos: los sindicatos.