Leandro Gómez Tejada (GENSUR-FeTERA)*
Después de la categórica derrota de la selección Argentina frente a la de Francia, se vino un golpe de realidad para la todos los argentinos: la economía, la suba de precios de los combustibles, el alza del dólar, etc, etc.
En este marco, ocurrentemente podemos establecer una alegoría Futbol-Trabajadores. – ¿Y cómo sería?: En Francia hubo una decisiva respuesta de los sectores trabajadores contra la reforma laboral, en Argentina hubo una declaración tibia de parte de algunos sectores del sindicalismo, tras los tarifazos en luz, gas, combustibles, y la reforma laboral. Esto no significa que una sociedad sea mejor que otra, simplemente podemos aprender y establecer un paralelismo entre la CGT Francesa y la Argentina.
Y volviendo a lo que nos acontece, en materia energética el mes de julio empezó con todo. En la madrugada de domingo los precios de los combustibles subieron un 5% en todas las estaciones de servicios de YPF y en los próximos días se acoplarán las otras compañías.
Este aumento estaba previsto, en aquel entonces, por el ex ministro de energía de la nación Juan José Aranguren, y estaba contemplado que los precios subieran un 3% con un dólar cotizando cerca de los $22.
Ahora el panorama se vuelve incierto. La política de volatilidad del dólar, que hoy en día se encuentra alrededor de los $30, produce incertidumbre en muchos de los sectores de la sociedad. Estas variaciones en los precios del dólar hacen que también los precios de los combustibles fluctúen, cosa que impacta de manera negativa en los precios de la canasta básica de alimentos y por consiguiente en el bolsillo de los trabajadores y de los sectores mas empobrecidos por estas políticas.
El impacto es de doble vía, se encarecen los precios de los alimentos y demás productos por la suba de los combustibles, y por otra parte, los precios de la cotización del dólar hace que también se incrementen donde, según un informe de la UCA, la pobreza alcanza al 48,1% de los niños en Argentina.
Otro de los factores importantes en la incidencia en el precio de los combustibles en la Argentina, es el contexto internacional.
Tras una fuerte extranjerización del sector energético, una acentuada influencia de capitales especulativos y un gobierno marcadamente neoliberal, que ha tenido un efecto devastador para la soberanía energética del país, nos vemos mucho más expuestos a lo que suceda en el mundo.
EE UU como el principal jugador del tablero de la geopolítica energética presiona a Irán para que baje su producción de hidrocarburos y por otra parte anuncia el incremento de la producción de petróleo de Arabia Saudita.
Según el presidente norteamericano, impulsor del “American Frist”, Riad aumentaría la producción petrolera a 2 millones de barriles diarios.
Consecuentemente estas modificaciones en el tablero de ajedrez mundial tienen una implicancia casi directa en nuestra economía, política y sociedad.
Por otra parte, y volviendo a Francia, los trabajadores del sector energético, más precisamente los adheridos a la CGT de minas y energía, han encontrado nuevas estrategias y formas de reclamo. La particularidad de estos reclamos y una serie de medidas se denominó como: Robin Hood, porque le quitarán la energía a las empresas que despidan o impidan la acción sindical y reconectarán los servicios de luz y gas a usuarios que no pudieron pagar por falta de recursos.
De esta forma, es claro advertir que los precios de los combustibles en nuestro país no frenaran su tendencia alcista. Desafortunadamente, estamos en un marco complejo y donde los que pagan siempre son los mismos: los trabajadores y los pobres.
*Miembro del Observatorio Geopolitico de la Energia y Soberania -GENSUR-.