FeTERA
Energéticas

Tarifazos y más cortes de luz: nos están tomando el pelo

Por José Rigane, sec. adjunto de CTA Autónoma y sec. gral. de FeTERA

Se conoció que en el Área Metropolitana de Buenos Aires los cortes de electricidad en diciembre de 2017 fueron 4.117.983, es decir, un 60% más que en diciembre de 2016. Los datos los aportó nada más ni nada menos que el ENRE.

Esto se produce después de que el Gobierno nacional nos dijo que el tarifazo iba a solucionar todos los problemas y que las empresas energéticas estaban en pérdida por las anteriores tarifas.

Luego de más de un año con aumentos sistemáticos de las tarifas, y dónde ya hay planificado otros aumentos para 2018 y 2019, los cortes eléctricos a los usuarios/as aumentan.

Lejos de acercarnos a un sistema con cada vez más inversiones y beneficios para la gente, estamos cada vez peor.

Como venimos diciendo desde la FeTERA y la CTA Autónoma, los aumentos de tarifas no están destinados a “correcciones tarifas” ni a la promesa de “inversiones” en el sector, sino que principalmente son parte de un plan económico para aumentar la tasa de ganancias de las empresas como Edesur y Edenor.

No nos cansamos de denunciar está estafa al pueblo por parte de las distribuidoras eléctricas en connivencia con el Gobierno de Macri y Aranguren.

Como venimos denunciando, los cortes de luz son la punta del iceberg de un modelo energético basado en la maximización de las ganancias de las empresas privadas, que tienen capitales especuladores locales y extranjeros.

Creemos que lo que hay que cambiar es el modelo energético privatizador y extranjerización por un modelo público, 100% estatal y con una gestión donde se incluyan a trabajadores/as, usuarios/as, organismos sectoriales y organización sociales. Una gestión estatal de nuevo tipo.

En definitiva, de lo que estamos hablando, y luchamos todos los días, es de la construcción de un modelo energético de soberanía porque la energía es un derecho humano y un bien social y nos pertenece como pueblo, no un bien de lujo como lo han convertido.

El acceso a la energía es esencial para una vida digna.