El secretario adjunto de la CTA Autónoma y titular de la Federación de Trabajadores de la Energía de la República Argentina y el Sindicato de Luz y Fuerza de Mar del Plata, José Rigane, criticó en Radio Brisas la decisión del gobierno de Mauricio Macri de condonar una deuda de 19 mil millones a las eléctricas.
«Condonar deuda a las empresas eléctricas por 19 millones es un cachetazo a todos y a cada uno de los usuarios que han tenido muchos inconvenientes para abonar sus facturas», remarcó Rigane. Con estas decisiones señaló que «este gobierno gobierna para los que centralizan riquezas, y así es muy difícil pensar que desde ahí van a salir soluciones a las problemáticas». El secretario Adjunto de la CTA sostuvo que «estoy preocupado por las iniciativas de este gobierno, es una demostración que los argentinos no somos todos iguales». «Qué sentido tiene hacer un esfuerzo si a algunos se los perdonan y a otros le condonan deuda», repudió y alertó que «se vienen audiencias en diciembre donde las empresas van a seguir aumentando las tarifas en año que viene». En este contexto, subrayó que «las empresas no se van del país porque siempre ganan. Con los subsidios las empresas recibieron dinero entonces este no es el camino, acá siempre pone le pueblo y las empresas reciben».
ENTREVISTA COMPLETA
Rigane: «Perdonarle la deuda a las eléctricas es un cachetazo a todos»
Entrevista a José Rigane, secretario adjunto de la CTA Autónoma y titular de la Federación de Trabajadores de la Energía de la República Argentina y del Sindicato de Luz y Fuerza de Mar del Plata, realizada por Radio Brisas a propósito de la decisión del gobierno de Mauricio Macri de condonar una deuda de 19 mil millones a las empresas eléctricas.
RB (Aldo Del Cul): ¿Cuál es su visión del gobierno en materia de energía?
JR: Estamos preocupados por las iniciativas de este gobierno. La verdad es que es una demostración de que los argentinos no somos todos iguales porque el gobierno acaba de tomar una decisión de condonar deuda a empresas eléctricas por 19 mil millones de pesos. Es que es un cachetazo a todos y cada uno de los usuarios que durante todo este tiempo han tenido dificultades para abordar sus facturas de electricidad, de agua, de gas. Y que las empresas sean condonadas en sus deudas sin ningún tipo de requisitos, previo ni posterior, sin ninguna auditoría, después de haber recibido millones y millones de pesos de subsidios, bueno, realmente, no hay explicación. Simplemente, el gobierno no debe enojarse cuando uno dice que gobierna para los que tienen, que gobierna para los que concentran y centralizan riquezas. Y de allí es muy difícil que salgan soluciones a las problemáticas que vivimos, cuestiones que se profundizan y que, sobre todo, no originan ninguna perspectiva para aquellos que de una u otra manera creemos que las cosas hay que hacerlas y hay que hacerlas bien y que, además de hacerlas bien, vale la pena hacer el esfuerzo. Pero qué sentido tiene hacer algún esfuerzo si a alguno se le perdona y a otros se los condena. Entonces, la verdad, sumamente preocupado porque a eso hay que mirarlo en conjunto con las iniciativas gubernamentales respecto de los derechos laborales, de la flexibilización, de la reforma laboral, del tema de la productividad, del avance de los tratados bilaterales de protección de inversiones, un tema que perjudica seriamente a la Argentina en el contexto internacional. Argentina es el país que está más demandado en el mundo, en el arbitraje internacional; más de 59 demandas y tenemos más de 56 tratados que nos perjudican seriamente porque todo lo que procuran son las mejores condiciones de explotación de nuestros recursos, de extracción de nuestras riquezas y cuando no hay soluciones o cuando no tienen las ganancias que pretenden terminamos demandados en el CIADI. Entonces, la verdad es que estamos seriamente preocupados porque esto es un poco más profundo que la década del 90 en términos económicos y sociales.
RB (Gastón Triszczuk): Rigane, buen día. En principio, hoy en muchos periódicos a nivel nacional se habla de Macri sinónimo de flexibilización laboral y de esta iniciativa que pretenden llevar adelante, donde básicamente habla por un lado de volver a actualizar, a renegociar y a redactar los convenios de trabajo y, por otra parte, un mensaje directo a los sindicalistas pidiendo que hay que hacer una renovación a nivel nacional para que no se eternice nadie en el poder durante años y se vuelva a barajar y dar de nuevo. Es un poco, más o menos, lo que usted estaba comentando pero como hoy es noticia también es importante conocer su parecer en profundidad.
JR: Macri no termina de ejercer su poder político desde el ejecutivo y para avanzar sobre algunas cuestiones que trata de envolverlas con un papel nuevo pero que en el fondo son viejos objetivos. Yo creo que es imprescindible y necesario, seguramente, ir renovando convenios colectivos de trabajo. El problema es con qué criterios…
RB GT: Claro, hacia arriba o hacia abajo, hacia adelante o hacia atrás.
JR: Si el criterio lo vamos a hacer a la baja no vamos a estar nunca de acuerdo. Ahora si el criterio es discutir en la convención colectiva de trabajo para tratar de garantizar mejores condiciones de trabajo, para tratar de resolver la problemática que se vive a diario en las empresas y mejorar aspectos que tienen que ver a lo mejor con incorporación de tecnologías pero que eso no signifique dejar al 50% en la calle de los trabajadores y así de seguido, no hay inconveniente para este tipo de cuestiones. El problema es que lo que procura Macri en el marco del contexto social que vivimos es aprovechar las debilidades del movimiento obrero para precisamente ir en búsqueda de lo que acaba de suceder con petroleros. Lo que sucedió con los petroleros es que acaban de perder una serie de derechos producto de una supuesta crisis inventada con las políticas del gobierno, de mano de los subsidios a las petroleras, las que más ganan, para generar que no pueden seguir produciendo si no tienen mayor rentabilidad económica. Y si no hay rentabilidad económica, tapamos los pozos, y si tapamos los pozos significa miles de despidos y miles de suspensiones. Entonces, el trabajador termina siendo la variante no sólo que tiene que sostener y pagar la crisis, sino que además es quien se moviliza para que eso no suceda con las empresas porque si no pierde el trabajo. Con lo cual terminamos en este tipo de situaciones, “bueno, ¿qué van a poner los trabajadores?” y van a terminar pidiendo que reduzcan sus derechos, que trabajen con vientos, que se paguen su propio taxi para ir a los pozos y así de seguido. Bueno, este no es el camino. Este es el camino de la supeditación, de la superexplotación, porque Macri está convencido de que acá van a venir capitales a invertir y que los capitales que no vienen nunca pero que él cree que van a venir a invertir, supuestamente, van a levantar la Argentina. No, no la van a levantar, se van a seguir llevando lo que es nuestro, lo vamos a seguir perdiendo sobre todo porque no somos soberanos los argentinos a la hora de decidir.
GT: En principio, a propósito de lo que está sucediendo a nivel nacional, hay una relación bastante directa en la situación que tiene que ver con los sindicatos, con los convenios de trabajo y con la emergencia social que, bueno, está tratándose en estos momentos. ¿Usted cree que es oportunidad de que se apruebe esta emergencia social?
JR: Argentina tiene una pobreza estructural que nadie puede negar. El gobierno anterior, equivocadamente, negaba y por eso, digamos, se desarrolla la situación que termina entre otras cuestiones, no la única entiendo yo, es una opinión, también perdiendo las elecciones. Porque trató de tapar esa pobreza estructural, la indigencia, la precarización, y de hecho, a quién le conviene tener pobres en un país, indigentes en un país, ¿a las organizaciones sindicales, al movimiento obrero? No. Porque, en realidad, se trata de la Ley de Flexibilización escrita que más perjudica al conjunto del movimiento obrero porque es lo que permite que el patrón muchas veces exija que se realicen determinadas cuestiones porque si no la quiere realizar el trabajador en la puerta tiene diez que lo van a hacer y por menor dinero que vos. Entonces, hay quienes viven de esta situación, aprovechan esta situación. Lo mejor sería generar trabajo, lo mejor sería generar trabajo productivo que todo el mundo pudiera tener la posibilidad de trabajar, ganarse el sustento y a partir de allí tendríamos una realidad, me parece, totalmente distinta. No sucede eso. No se genera trabajo, no se generaba antes y no se genera ahora. Porque nuestro país se ha convertido en un modelo productivo extractivista que ha reprimarizado la economía. No hay desarrollo industrial. Entonces, ¿a qué obliga esto? A que surjan políticas sociales que detengan esta situación que comienza a ser una presión muy importante, por el número, por lo cuántico, que además se desarrolla y se organiza y, bueno, finalmente, tiene que haber una iniciativa que contemple esta situación. La declaración de la emergencia social como un instrumento para tratar de resolver en la coyuntura la problemática está bien, pero eso no es solución de fondo. Va a ser una solución en la coyuntura. Lo que me parece es que hay que tratar, y sobre todo hay una responsabilidad muy importante de los políticos, y lo digo en términos generales, que es de cambiar el modelo productivo en la Argentina y procurar que tengamos un desarrollo que nos permita crecer en el mercado interno y para eso es imprescindible terminar con todas las precarizaciones, con el trabajo en negro y esencialmente no ver en el trabajo un costo sino una inversión que habilite y que permita dinamizar toda la economía.
RB (Daniel Coluccio): Claro, usted me dice 19 mil millones de pesos que están transmitiendo desde el Estado nacional a las empresas y yo digo: “bueno… sí, estoy con usted”. Ahora, cuando empiezo a leer un poquito, digo: “en el año 2014, 2015, esto surge como congelamiento de determinadas variables, fundamentalmente, en el segmento mayorista, en el precio de la energía mayorista, hacia las empresas. Es decir, hubo un congelamiento de las tarifas. Yo le pregunto una cosa: si yo a usted, con una inflación en el 2014 del 30% y del 35 o más en el año 2015, yo a usted le congelo el sueldo, ¿usted tiene derecho al reclamo o no?
JR: Nosotros estuvimos once años con el salario congelado con la convertibilidad…
DC: Bueno, bueno, bueno… está bien. Eran otras variables, no había un 40% de inflación anual, ¿eh? y el dólar estuvo 1 a 1 durante cerca de 10 años.
JR: Perdón, la economía de mercado en esa época, todo se manejaba por la oferta y la demanda, menos la discusión del salario, el salario estuvo congelado once años…
DC: Pero no me contestó… me está llevando a otro terreno.
JR: Le estoy comenzando a contestar…
DC: Está bien, pero yo le digo que en el 2014 y el 2015, si yo a usted le congelo el sueldo con una inflación del 35 y del 42% usted va a zapatear, que es lo que está pasando con las empresas hoy. Es decir, CAMESA hoy tiene una deuda de 19 mil millones de pesos con las empresas producto de un congelamiento de tarifas que hubo en el 2014 y el 2015. Yo convengo con usted… no tengo ninguna… O sea, estoy de acuerdo con usted, a mí tampoco me gusta pagar y mucho menos a una empresa 19 mil millones de pesos, ahora, cuando yo de repente agarro y digo: a esta gente durante una inflación galopante en el 2014 y 2015, yo le he congelado las tarifas… Y, además, una cosa: la mayoría de los beneficiarios de estos 19 mil millones de pesos son empresas mixtas o estatales, que en definitiva el Estado sale a pagar lo que nosotros como usuarios no pagamos.
JR: ¿Usted sabe que ahora están discutiendo la tarifa integral, que va a haber audiencias en Olavarría y La Plata el 21 y el 22 de diciembre y que se van a implementar las nuevas tarifas el 1 de febrero del 2017? Eso significa que las empresas no sólo van a seguir aumentando la tarifa al usuario final, porque ya lo venían haciendo este año, que posibilitó que su nivel de ganancia se duplicara, por ejemplo como EDEA en la zona de la costa, de 700 millones a 1 mil 500 millones de pesos, para darle un ejemplo concreto. ¿Y usted me dice que tiene que haber una consideración? Y al mismo tiempo el gobierno nos está diciendo a nosotros que no hay paritaria, no hay aumento de emergencia, un bono que puede ser de 1.500 a 2.000 pesos y el aumento puede ser el año que viene del 17% porque la inflación va a ser del 17%. Permítame que le diga que eso la verdad es irresponsable. No se pretende, en realidad, gobernar para todos, se gobierna para algunos. Y a otros se los condena porque no hay ningún usuario que pueda no pagar su factura si no paga los intereses que después se le aplican, intereses que llegan al 28% y que están denunciados por la Defensoría, precisamente, para no hablar de otros ejemplos. El tema es que siempre el objetivo es que tienen que ganar las empresas, yo se lo vengo diciendo: ¿por qué no se fue ninguna empresa de este país? Porque siempre han ganado y porque nunca perdieron. ¿Por qué no se discuten, entonces, los subsidios que se les entregó. ¿O acaso los subsidios no fueron un mecanismo para paliar el hecho de que se congelara la tarifa al usuario final? ¿O no recibieron dinero las empresas? Entonces, yo digo, podemos discutir esto pero me parece que este no es el camino, de que beneficiamos a unos y a otros los perjudicamos. Uno siempre recibe y los otros siempre tienen que poner. El pueblo siempre tiene que poner y las empresas siempre reciben, de una manera o de otra manera. Yo quiero que usted sepa que las tres empresas distribuidoras de la Provincia de Buenos Aires son empresas que distribuyen un porcentaje que es el 50% de lo que distribuyen las cooperativas. Las cooperativas le compran en su mayoría energía a las empresas que distribuyen privadas. EDEA, EDEN y EDES vende 8.600 gigawatts en el año y las cooperativas venden 7.OOO gigawatts en el año. Entonces, no hay ningún beneficio para las cooperativas y tienen a su cargo toda la distribución de lo que es menos rentable en la Provincia de Buenos Aires. Entonces, no hay igualdad, hay discriminación y se gobierna para un sector.
DC: Tampoco veo cooperativas quebradas, ¿eh? No les va mal, tampoco
JR: No, no, hay muchas cooperativas que están mal pero no son, a lo mejor… no quiero entrar en el tema de la administración, pero le voy a dar otro dato: EDEA, EDEN y EDES, que son las que más recaudan, tienen mil 970 trabajadores y las cooperativas tienen 4 mil 145 trabajadores. Las cooperativas respetan la convención colectiva de trabajo y las privadas tienen un convenio a la baja expresamente realizado en la década del 90 para que las empresas se pudieran vender, en el caso de ESEBA que fue Duhalde el que la vendió. No hay igualdad, cuando yo le digo que no hay igualdad me refiero a datos objetivos de la realidad. Esto no es una apreciación de carácter personal y subjetiva. No puede haber una condonación de deuda porque la tarifa se congeló pero el dinero las empresas lo recibieron de otro lugar. Además, manejan el fideicomiso donde nosotros aportamos el 6,5% para obras, lo manejan las empresas, ni siquiera lo maneja el Estado provincial y esto viene sucediendo desde el momento de la privatización. Son más de mil millones de pesos al año. Y lo rinden con facturas, supuestamente de inversiones.