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Reforma judicial: “nada nos garantiza que los jueces que designen para ocupar las vacantes que se van a producir sean mejores que los que ya están”

Prensa FeTERA dialogó en profundidad con Hugo Blasco, secretario General de la Federación Judicial Argentina (FJA), sobre las modificaciones en la justicia que propone el gobierno nacional. Resaltó aspectos positivos y negativos de la propuesta, que ya tiene media sanción en el Senado y podría tratarse en noviembre en la cámara de Diputados. “El sistema judicial está en crisis en todos los órdenes, es un desastre y es el sector más conservador del Estado en la Argentina. Tenemos que abrir las ventanas y que se sepa qué es lo que pasa adentro del Poder Judicial”, sentenció.

Aspectos positivos y negativos

En primer lugar, Hugo Blasco aclaró que “no se trata de una reforma al sistema judicial argentino”, sino que “son modificaciones en la cantidad de juzgados federales, fusionando alguno de ellos y creando fiscalías y defensorías no sólo en el ámbito de la Ciudad Autónoma de buenos Aires sino también en el resto del país”. “Esta reforma diluye el poder concentrado en una docena de jueces que actúan en Comodoro Py, que en el gobierno de Macri tuvieron una actividad sumamente densa. La actuación de estos jueces en causas con gran repercusión mediática fue al menos polémica”, indicó el dirigente de la FJA.

“Lo negativo es que estamos desperdiciando una oportunidad. Por ejemplo, en 2014 fue instalada por ley la instauración del sistema acusatorio en el sistema federal y no fue puesta en práctica. La ley existe. Este sistema acusatorio tiene la característica de poner toda la responsabilidad de la investigación por parte del Estado en los fiscales, los jueces cumplen otras funciones: no se trata del juez que investiga y luego sentencia, sino que es el juez que garantiza todo el proceso, garantiza los derechos de los procesados. Por eso, una de las críticas es que no se prevé designar la cantidad necesaria de fiscales que se necesitan”, analizó Blasco. Y agregó que “con las modificaciones y el sistema acusatorio debería haber una mayor cantidad de fiscales, porque así lo exige el sistema recusatorio y porque son los responsables de la investigación”.

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Reforma judicial: “estamos desperdiciando una oportunidad”

En el marco de las modificaciones a la justicia que propone el gobierno, Hugo Blasco indicó también que la FJA planea realizar una convocatoria para debatir propuestas en profundidad. Remarcó que los trabajadores y trabajadoras de la justicia “no fuimos convocados” para debatir qué reformas hacen falta en la justicia. “Tampoco los sectores ligados al derecho, a la academia o a organismos de derechos humanos o partidos políticos, porque hubiéramos podido tener lugar para debatir cómo se eligen los jueces”. “Tenemos que abrir las ventanas y que se sepa qué es lo que pasa adentro del Poder Judicial”, sentenció.

Convocatoria de la FJA

Respecto a los aspectos centrales para pensar una reforma de la Justicia que beneficie a los sectores populares y las mayorías del país, Hugo Blasco indicó que “desde la FJA estamos analizando lanzar una amplia convocatoria a los más amplios sectores para debatir un modelo de justicia. Porque no solo hay que debatir los requisitos que necesita una persona para ser juez o fiscal o defensor, si no hay que analizar dónde ponemos la mayor inversión dentro de la estructura judicial”. Y agregó: “¿vamos a aponer más recursos económicos al fuero laboral para que los trabajadores y trabajadoras puedan hacer realidad la reparación de los derechos perdidos por la clase trabajadora?”. El dirigente sumó también a los juzgados de familia, de la niñez y adolescencia y al fuero previsional.


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Cómo se eligen los jueces

Otro problema que tiene la Justicia en el país, según Blasco, es cómo se eligen a los jueces. “Cuáles son las razones para nombrar un juez, cuáles son sus virtudes, sus cualidades positivas para que sean seleccionadas para ser jueces. No conocemos esas razones porque están ocultas, cerradas. La explicación de esto es que siempre es el sector político el que en definitiva designa a los jueces. Se mantiene un sistema de designación y elección de jueces que no son públicos porque se oculta la información. Así es realmente difícil que tengamos una justicia por lo menos confiable. ¿Puede ser alguien que no haya demostrado un compromiso con los derechos humanos o con el sistema democrático? ¿Pueden ser candidatas personas que tienen relación con intereses empresarios que tienen relación con el Estado o sectores del poder económico extranjero?”, sentenció el dirigente de la FJA.

Blasco sostuvo que “si hay una voluntad de querer modificar aspectos de la Justicia se debió haber convocado a diversos sectores para debatir más profundamente todos estos temas porque nada nos garantiza que los jueces que designen ahora para ocupar las vacantes que se van a producir sean mejores que los que ya están. ¿Cuál es ese criterio?”.

“No por casualidad la Justicia es uno de los sectores del Estado y de las políticas públicas más descalificadas por el común de las personas del país”, añadió. “Esto está largamente merecido porque la Justicia en la Argentina es un sector del Estado absolutamente elitista, jerárquico, vertical, es profundamente antidemocrático con conductas patriarcales y machistas. Tiene todos los componentes para ser mal calificado por la sociedad en su conjunto”, describió.

Convocatoria

Respecto a los aspectos centrales para pensar una reforma de la Justicia que beneficie a los sectores populares y las mayorías del país, Hugo Blasco indicó que “desde la FJA estamos analizando lanzar una amplia convocatoria a los más amplios sectores para debatir un modelo de justicia. Porque no solo hay que debatir los requisitos que necesita una persona para ser juez o fiscal o defensor, si no hay que analizar dónde ponemos la mayor inversión dentro de la estructura judicial”. Y agregó: “¿vamos a a poner más recursos económicos al fuero laboral para que los trabajadores y trabajadoras puedan hacer realidad la reparación de los derechos perdidos por la clase trabajadora?”. El dirigente sumó también a los juzgados de familia, de la niñez y adolescencia y al fuero previsional.

¿Garantiza la impunidad?

Desde algunos sectores políticos se afirma que el proyecto es para “garantizar la impunidad” de dirigentes políticos del oficialismo. En este sentido, Blasco indicó: “el argumento que afirma que las modificaciones en la Justicia son para garantizar impunidad de la expresidenta Cristina Fernández o cualquier otro funcionario es muy berreta porque el proyecto dice claramente que los juicios y las causas que se vienen desarrollando en la Justicia con un juez o jueza a cargo van a seguir con el mismo juez o jueza a cargo y por el actual sistema. Es decir, no va a haber ninguna modificación”.

“En realidad todo esto también tiene que ver con que muchos funcionarios del gobierno de Macri están también siendo imputados en causas, y algunos ya están procesados, y el temor que tienen es que las nuevas denuncias penales y las nuevas causas no queden circunscritas al actual Comodoro Py, sino que podían caer en otros jueces que no fueron designados por el macrismo”.

América Latina y el mundo

Blasco señaló aspectos de lo que ocurre y ocurrió en Nuestra América: “tenemos procesos realmente complicados en medio de este debate. Pero partimos de acontecimientos de destitución o golpes o avances como con Zelaya en Honduras, Lugo en Paraguay, lo de Dilma en Brasil y el encarcelamiento de Lula, lo que ocurrió en Ecuador con Lenin Moreno y de la ofensiva permanente del imperialismo yanqui contra Venezuela. El triunfo de la derecha neoliberal en Uruguay con Lacalle Pou, el proceso de derechización en Perú, el avance de la derecha en Colombia y todo lo que está ocurriendo en Chile con Piñera y las luchas sociales contra sus políticas. En todo este marco se da el golpe contra Evo Morales en Bolivia. Es un escenario sumamente complicado”.

Además, indicó que “el proceso de Macri en la Argentina va en este sentido con el avance del modelo neoliberal a fondo. En el país se puso en connivencia sectores del poder político, del Poder Judicial y los servicios de inteligencia. Pero el escenario en este país es más complejo porque tenemos una larga tradición de sindicalismo más combativo, una tradición de lucha del pueblo”.

“Creo que todos estos procesos que se están dando en los países de Nuestra América tienen un actor importante que es la justicia. Es lo que conocemos como Lowfare. Esto significa guerra judicial y no es de ahora, viene desde hace mucho tiempo. Así como Carl von Clausewitz decía que la guerra era la continuidad de la política por otros medios, el Lawfare es la continuación de la política por otros medios: los medios de comunicación hegemónicos, los medios judiciales y los servicios de inteligencia”, insistió Blasco.

“El Lawfare es una conjunción de disputa de origen político que se mete en la justicia con una orientación bien definida pero que se le suma todo el alimento que le da condimentos de contexto que son los medios de comunicación. Por ejemplo, la dictadura de Bolivia todos los días saca una nueva acusación contra Evo Morales, dentro de poco lo van a hacer responsable de que llueva o deje de llover”, concluyó.

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