Desde que el Gobierno de Macri implantó por decreto el alza de los servicios públicos, en algunas ciudades las facturas se encarecieron hasta 2 mil 200 por ciento.
El frazadazo convocado por Pablo Micheli, líder de la Central de Trabajadores de Argentina Autónoma (CTA Autónoma), en rechazo a los fuertes aumentos de los servicios públicos como la electricidad, el gas y el agua, se desarrolló según lo esperado, en la ciudad de Buenos Aires, por toda la avenida Corrientes hasta el Obelisco.
Micheli y varios de los convocantes asistieron con frazada y vela en mano a la protesta, en la que se unieron miembros de numerosas organizaciones políticas, sociales y populares, entre las que destacan: La Federación de Trabajadores de la energía de la República Argentina, Asamblea de La Alameda, Movimiento Emancipador, La Simón Bolívar, Los Pibes, Movimiento Socialista de los Trabajadores, el Movimiento de Ocupantes e Inquilinos, entre otros.
«La situación empeora. El gobierno procura alternativas para paliar el tarifazo, como los topes de aumento del 400 por ciento, mientras los salarios mejoran sólo 30 por ciento y en tres cuotas», expresó Micheli.
Previo a la actual marcha, los dirigentes del gremio de la energía, José Rigane (FeTERA-CTA) y Héctor Polino (Consumidores Libres), expresaron su preocupación por las consecuencias del tarifazo y lo juzgaron innecesario por Argentina «sin duda, puede gozar de soberanía energética absoluta sin ese tipo de medidas».
Durante el desarrollo de la concentración se leyó un comunicado que condenaba el aumento excesivo de los servicios públicos y de otros impuestos, que representan un duro golpe a la economía de los menos favorecidos.
También se adquirió el compromiso de seguir con las movilizaciones «hasta que el gobierno de marcha atrás en estas medidas antipopulares».
«La CTA Autónoma no tolerará que la variable siempre sea la misma, es decir, los trabajadores, jubilados y quienes menos tienen», recalcó el líder sindical.